El tren bala a Sudakia

Sudakia debe estar en los papeles, archivada…¡traspapelada!.

La verdad es que el polvo me mata, así que no pude parar de estornudar casi desde el principio de la búsqueda. Seguro que tendría que estar metida allí. Sudakia se cuela, se pierde, se camufla. ¿Si yo fuera Sudakia?…¿Dónde me escondería?…Intenté pensar como Sudakia.

Ya harto recurrí a los archivos. Revolví cajas. Sudakia debería estar en los papeles.

Manuales viejos, cartas, recibos de sueldo…garantías de electrodomésticos paleontológicos. Boletos de ómnibus, estampillas colombianas…Almanaques. No…¡No!…

¡Sí!…¡Si fuera Sudakia me metería en donde nadie me busca!… Y acá está, un viejo Noticioso Orbea de 1948-1950

Reviso adentro. Es una publicación argentina de la fábrica de cartuchos y balas Orbea. El lugar ideal para que nadie encuentre Sudakia. Aunque no sé… Pero nada che. En este broli, nada.

Agarro otro del 66. Bueno, por esa fecha tenemos a la autodenominada Revolución Argentina y la dictadura de Onganía. Tal vez disimulado entre las balas de Onganía…

Y en una propaganda aparece una pista

¡Este pareciera un buen camino! Sudakia entre la pólvora. Felices comiendo perdices.

Sigo revisando visiblemente entusiasmado. Te tengo guachita, no te me escapás…

Y ahí la encuentro. Una nota ilustrada con la foto de un niño feliz…jugando.

El niño Guillermo Alejandro armó un tren bala directo a Sudakia, como la Coca Sarli que en Una Mariposa en la Noche se sube al tren en una estación en Argentina y se baja en París.

Ahí está Guillermito Rodríguez con sus cajitas de calibre 22 corto como vagones, ruedas y chimenea de bala y vaina. Feliz. Hoy a los 66 años…. ¿Qué será la de la vida de de Guillermito?

En la misma publicación de Orbea veo otro señor en éxtasis, rodeado de «sus amigos los indios mataco». Recién en 1990 los wichís habrán dejado de ser nombrados despectivamente como «matacos». El Noticiero Orbea avisa que en la zona de Rivadavia, chaco salteño, es posible matar y meter bala sin ningún tipo de límite. Corchazos a pumas, yaguareté, antas (tapir). En fin. El señor Julio Della Coletta está en Sudakia.

Es evidente que en estos papeles no está Sudakia. MI Sudakia. En realidad no busco MI Sudakia individual. Una Sudakia colectiva, pero que no es la misma Sudakia de Guillermito Rodríguez, ni de Julio Della Coletta.

En nuestra Sudakia, cuando seamos felices, no comeremos perdices. ¿Quiénes somos nosotros?

Campos de Sudakia

¡Ojo, esta es una entrada peroncha bonapartista y populista! Si Ud. es libertario, agrogarca, o amante del jazz, raje. No diga que no se lo advertí.


Hay una tensión con «el campo». ¿Qué es el campo?…¿Quiénes son el campo?…¿Hay un solo campo?…

Hay otra tensión respecto de la llamada libertad. La libertad es una bandera liberal, la igualdad es una bandera de la izquierda (en sentido amplio). La pandemia de covid revive esa tensión. Porque se da en la arena de los márgenes del Estado. ¿Para qué está el Estado?

Estoy abocado desde hace unos meses a escribir una historia de un área del Estado en la Provincia de Buenos Aires. Así que los gajes del oficio me llevaron primero a las entrevistas con los actores y luego a los papeles.

Estas dos tensiones se encuentran en mi investigación. Este post es solo un post de wordpress. No es mi trabajo de investigación.



No arrancaré con los conflictos de la década del 40 entre el IAPI (ponga IAPI en el Google y busque, no me haga hacer todo) y las asociaciones de productores rurales, porque mi trabajo es a partir de la década del 70. Pero si bucean, encontrarán que el primer lockout patronal es en 1947.


Necesitaba historizar (dice el diccionario de la RAE y mi corrector ortográfico que historizar no existe, que se dice/escribe «historiar», pero suena horrendo y está visto que la RAE no orienta mi vida) sobre el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires porque el área estatal que es objeto de mi estudio y de la que no hablaré en este blog, está bajo su órbita.

Pero vamos directo a Asuntos Agrarios (que fue cambiando de nombre pero siempre va y viene sobre ese eje. A veces Agrarios y Producción, a veces se funde con Producción, a veces como Subsecretaría dentro de Economía). Pero vamos a los que ocuparon sus lugares, no importan tanto sus nombres, sino su origen.

Los militares de la Revolución Argentina no se animaron a poner un militar de grado a cargo de Asuntos Agrarios. Ocuparon la cartera con profesionales funcionales.

Luego con el advenimiento de la democracia del 73 y el ingreso de Bidegain a la gobernación de la Provincia, hay varias carteras ministeriales ocupadas por la Tendencia Revolucionaria.

En Asuntos Agrarios, se nombra a Guillermo Gallo Mendoza, cristiano, peronista, montonero. Le pongo nombre propio porque en este caso vale la pena. Guillermo está vivo, está por cumplir 91 años y sigue militando por la Marcha al Campo.

Acá el Estado estaba con la idea de meterle la mano a la renta agraria de los terratenientes de la Provincia de Buenos Aires: Regularizar los impuestos que pagaban para terminar con la evasión fiscal y generar asociaciones cooperativas de productores (Unidades básicas de Producción y Solidaridad Social) para que exploten tierras fiscales. Lo que estaba en el aire era la función social de la propiedad privada, un concepto previsto en la abolida constitución peronista del 49. Un ministro que desde el Estado cuestiona la tenencia de la tierra. Lo apoyaron las Ligas Agrarias, pero se opusieron tanto la Federación Agraria como CRA, CARBAP, Coninagro, Sociedad Rural, en fin… tampoco lo apoyan los legisladores peronistas vinculados a los intereses de las asociaciones ruralistas.

No profundizaré porque esto es Sudakia. Pongo un afiche de época del Ministerio de Asuntos Agrarios y sigo.

En enero del 74, el ERP tomó el regimiento en Azul, la tierra natal de Bidegain. Perón se calentó y el gobernador duró lo que un pedo en una canasta. La derecha peronista desplazó los espacios ocupados por La Tendencia.

Volvamos a Asuntos Agrarios. Los militares del autodenominado Proceso de Organización Nacional, una dictadura cívico-militar mucho más sangrienta y de escala diferente a la de la Revolución Argentina, le entrega a CARBAP (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa) la cartera ministerial. Cómo no dársela si Reynaldo Bignone, último presidente de facto, les había dado la gobernación de la Provincia de Buenos Aires (Jorge Aguado, gobernador entre el 82 y el 83. Aguado se había hecho famoso por pararse de manos desde CARBAP a la política de control de precios de Gelbard en su Pacto Social. Claro, acá, parte de la renta agraria financiaba el desarrollo industrial. El el país agroexportador de productos primarios un gobierno quería desarrollo industrial. Tampoco la juventud maravillosa apoyaba a Gelbard, querían la Patria Socialista y este burgués de la CGE jodía. Muuchaaaaachos… ¡Era bueno el Plan Trienal de Gelbard).

Los tres ministros de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires del período de la dictadura cívico militar 76/83 fueron de CARBAP.

Los radicales pusieron a un civil profesional con experiencia. Una figura intachable.

El peronismo pone intendentes del interior provincial pero la cartera suele ser un trampolín para ocupar cargos nacionales. Felipe Solá no venía de una intendencia municipal. Pero ocupó la cartera de Asuntos Agrarios en la Provincia de Buenos Aires en la gobernación de Antonio Cafiero. Cuando pasó ocupar ese cargo en la Nación, es el que habilitó el paquete soja transgénica /glifosato.

En la gobernación de Heidi cambiemita al ministerio de asuntos agrarios, devenido en ministerio de agroindustria se lo entrega directamente a un ex CEO de Monsanto.

El gobernador Axel pone a un académico, investigador y con experiencia en cargos de gestión nacional en asuntos de renta agraria a cargo de la cartera del ahora denominado Ministerio de Desarrollo Agrario. Desde el gobierno nacional se impulsa una política de control de precios y una veda temporaria de exportación de carne porque China se come todo haciendo que el precio suba. ¿Por qué vender en el mercado interno barato si se puede hacer afuera más caro? Así piensa el oligopolio de frigoríficos, así piensan las asociaciones rurales que decretaron un lockout patronal frente a las medidas de intervención estatal.

La libertad de poner el precio que quiero, o que el mercado está dispuesto a pagar por mi mercancía en el libre juego entre la oferta concentrada y la demanda rehén.

La libertad es un concepto polisémico. Y parece que la hemos perdido como bandera. En nombre de la libertad la derecha gana elecciones, hay manifestaciones que queman barbijos, asociaciones de patrones hacen lockouts.

Campos verdes en mi tierra natal
ya se han ido, nunca más volverán
cielos claros, en mi tierra natal
se han nublado, nunca más volverán.
Si mi tierra llora conmigo
no, no es verdad que todo sigue igual
si mi tierra llora contigo
no, no es verdad que todo es como ayer
la quiero florecer, ah, ah, ah, ah, ah, ah…

Campos verdes, en mi tierra natal
ya se han ido, nunca más volverán
los lugares de mi tierra natal
se han perdido, nunca más volverán.

PD: Este post está lleno de hiper-enlaces. La verdad es que en ellos hay joyas. Pinche dos o tres para ver de qué van.

Targuito de Sudakia IV

Desde el arrabal influenció a los pibitos Oscar Peterson, Monk, y otros grones tangueros.

Un corte, una quebrada y ahí va el tipo con el pianito. P’a mi que es el Día que me quieras. «El día que me quieras» fue grabada en New York por Carlos Gardel el 19 de marzo de 1934 y en 1935 Sam Coslow graba In the Midle of a Kiss. Tenía un desafío con los gomías… escribir una canción utilizable en una hora. Se nota que su improvisación estaba muuuuy influenciada por el Morocho del Abasto, por no decir que se la choreó.

Art Tatum hace su propio arreglo. Sam…,no, Art…tócala de nuevo.

Sudakia, no te dije nada…

Con un rosa color cielo,
puesta de sol tu pollera,
yo te vi así, a mi manera,
y fue mi mayor anhelo
el perfume de tu pelo
y tu carita aniñada,
el dulzor de tu mirada,
la tristeza de tu llanto.
¡Pensar que te quise tanto,
y nunca te dije nada!

Capaz de montar un trueno
por un porrón de ginebra
o dormir con cien culebras
sin que me melle el veneno.

Mi sangre no tiene freno
pa’ cualquier atropellada;
hago patancha sin nada
al diablo más entrañudo.
¡Yo que fui tan corajudo
y nunca te dije nada!

Extraña filosofía
hay en mis noches serenas,
oigo una voz que con pena
me dice: «yo soy María».

Deliro en mi fantasía
por la frase tan deseada,
se agiganta una encordada
y un triste canto me llega…
¡Pude ser tu Santos Vega
y nunca te dije nada!

Omar Moreno Palacios


2

En esas mañanitas de la Quebrada
Yo bajaba las cuestas como si nada
Y en un marchar parejo de no cansarse
Me iba pidiendo riendas mi mula parda
Al pasar por el rancho del Portezuelo
Salían a mirarme sus ojos negros
Nunca le dije nada, pero, qué lindo
Y de feliz le daba mi copla al viento:
Parezco mucho y soy poco
Esperemos y esperemos
Pa cuando salga de pobre
Vitiday conversaremos
Los vientos y los años me arrearon lejos
Lo que ayer fue esperanza, hoy es recuerdo
Me gusta arrinconarme de vez en cuando
A pensar en la moza del Portezuelo
¿Qué mirarán sus ojos en estos tiempos?
Mi corazón paisano quedó con ellos
Nunca le dije nada, pera qué lindo
Sólo tengo la copla pa´ mi consuelo
Parezco mucho y soy poco
Esperemos y esperemos
Pa cuando salga de pobre
Vitiday conversaremos
¿Dónde andará la moza del Portezuelo?
¿Están tristes o alegres sus ojos negros?
Nunca le dije nada, pero qué lindo
Siento un dulzor amargo cuando me acuerdo

 Atahualpa  Yupanqui

Era en una tarde de primavera
Cuando yo te vi flashee
Tenias en la mano una botella de Coca
Y en la otra una botella de Fernet
No pude evitarlo pare en la esquina
Ate la bici y me baje
Cruze de vereda para hablarte
Pero mi mente me gano y callé
Me puse de todo, de donde eras?
Si eras del barrio, si estabas de paso
Si este era siempre tu horario
Si querias venir esta noche que tengo un show en Rosario
Y si piensas hacer el amor conmigo, que vivo en el radio.
Si quisieras que te dijera algo por yo queria
Si quisieras recorrer el mundo, por mi
Si quiseras que esto salga de mi mente y de
Una vez te pida el numero y nos veamos otro dia…
Me miraste asi, me subio el calor
Sonreiste asi, me temblo la voz
Detuviste el tiempo y yo no te dije nada.
Me miraste asi, me subio el calor
Sonreiste asi, me temblo la voz
Detuviste el tiempo y yo no te dije nada.
Eras de otro planeta, eras como de otro nivel
Eras una apracion poerfecta,
Lo recuerdo y de repente se me eriza la piel.
Eras como la mañana, eras como luz de luna a la vez.
Eras la sabia que cura mi herida, contigo yo podria envejecer.
Y me callé, no se que me paso, fantasmie
Que dificil es el amor en los tiempos de internet
Todo vuela y se desvanece
Y lo real se deforma, desaparece
En la pantalla y el cemento, la neurosis ni te cuento.
Me gano la mente, me mato el pensamiento
Por no darle cavida a lo que siento
No hice nada, quede muda y fracase en el intento.
Me miraste asi, me subio el calor
Sonreiste asi, me temblo la voz
Detuviste el tiempo y yo no te dije nada.
Erase una tarde de primavera, cuando yo te vi flashee.
Vos tenias en la mano una botella de
Coca y en la otra una botella de Fernet.
Yo, yo, yo segui de largo, yo segui y no pare
Yo segui caminando y pense,
Tengo que volver a terapia por lo menos cuatro veces por mes.
Me miraste asi, me subio el calor
Sonreiste asi, me temblo la voz
Detuviste el tiempo y yo no te dije nada.
Me miraste asi, me subio el calor
Sonreiste asi, me temblo la voz
Detuviste el tiempo y yo no te dije nada.
Miss Bolivia

¡Ufffff! en Sudakia

«¡¡¡Ufff !!!!» es un resoplido que expresa fastidio, algo de inconformismo pero no muy motivador para la transformación del problema. Se ha convertido una respuesta habitual que uso en WhatSapp, en vez del dedito hacia arriba.

Hace un tiempo que me estaba dedicando a ver cómo el virus ha influenciado en las expresiones culturales.Especialmente coleccionaba tapas de discos de jazz en donde hay inspiración viral: barbijos en los artistas, en los instrumentos o títulos coronavíricos. Pero al cabo de tener varias decenas dejó de motivarme ese tópico.

El pianista Fred Hersch, compuso e interpretó música que refleja su batalla contra el sida desde hace varios años. Ahora, con el bloqueo de COVID 19,  saca lo mejor de una mala situación y entrega un álbum de 11 piezas en soledad. 

Ahora vamos con Martin Blockson, que toca los enigmas del Covid. 

 

¿Qué pasará con la costrumbre argentina de tomar mate con desconocidos?…¿Será una práctica abandonada y nos volveremos uruguayos, cada uno con su mate y su termo?…

¡Vení Sudakia!…¡Dame un beso espontáneo!

 

Cuarentena en Sudakia

Yendo de la cama al  líving sientes el encierro.

Podés hacer un gol y llevar tu nombre al cielo. Podés ser un gran campeón,  jugar en la Selección  y tuviste mucho amor para dar. Chau Diego.

Gracias Diego. Gracias Charly, Gracias Maestro Pugliese, Gracias Cucuza.

Fuelle de Sudakia III

Daniele di Bonaventura es tano (italiano)  y bandoneonista. También pianista. Compositor, intérprete. Lo he descubierto recientemente y como dice Frodo «es novedad para mí, como casi el Universo completo lo es«.

Acá con otro tano pianista (Giovanni Ceccarelli) toca María y el Mar. Dale vos, Daniele di Bonaventura.

En este video homenajea a Tom Jobim. Para eso, cuenta nuevamente con el piano de Giovanni y la voz de Ivan Lins

Y acá solito con el bandoneón. Y con el arte. Viejito el fuelle…No hay un despliegue de virtuosismo. Solo toca la tecla necesaria para hacer vibrar Sudakia. Qué te parió Daniele

Boicot a Sudakia

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Gracias Claire Bretécher.

Claire, pionera feminista murió en febrero de este año a los 79 años en París. Esta obra está dentro de la historieta Los frustrados de 1973.

Sudakia está ahí. Y cuando se muestra la ignoramos, la postergamos…la boicoteamos.

Elegí como música para esta pequeña reflexión al piano de Kunihiko Sugano. Dentro del disco hay una canción con un título que le viene bien a esta situación. Esas cosas tontas (These foolish things). En YouTube encontré el disco completo (Portrait), en el minuto 21:18 comienza esta canción.

Sudakia y el resto de tu vida

Veía en la tele que un tipo decía.

«Cuando termine la pandemia no me subo nunca más a un subte (metro) en hora pico. Ya estaba acostumbrado, pero creo que ahora no podría hacerlo nunca más.
No sé…creo que me voy a compra una bicicleta».

No era por el miedo al contagio. Es que la vuelta a la llamada normalidad lo sentía como una tremenda equivocación. Su vida pasada era una locura. El estrujamiento rutinario como una naturalización de la patología social de la vida cotidiana.

Y vos… ¿Qué vas a hacer el resto de tu vida?

Adrian Iaies al piano,  Pablo Mainetti con el bandoneón,  Horacio Fumero   al contrabajo y Fernando Martinez en la batería tocan esta pregunta  que te hice recién:

What are You Doing the Rest of Your Life