Gracias Bill Watterson. A Sudakia en un pedo loco.
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Boicot a Sudakia
Gracias Claire Bretécher.
Claire, pionera feminista murió en febrero de este año a los 79 años en París. Esta obra está dentro de la historieta Los frustrados de 1973.
Sudakia está ahí. Y cuando se muestra la ignoramos, la postergamos…la boicoteamos.
Elegí como música para esta pequeña reflexión al piano de Kunihiko Sugano. Dentro del disco hay una canción con un título que le viene bien a esta situación. Esas cosas tontas (These foolish things). En YouTube encontré el disco completo (Portrait), en el minuto 21:18 comienza esta canción.
Tiempo de sudakia IV
Los peligros que nos rodean
Otredad. Palabreja si las hay. Ahora mismidad somos los que estamos de este lado de la puerta. Afuera la amenaza, la rebelión zombi. Yelmos de barbijo, petos y cota de malla de alcohol en gel.
Entregamos toda libertad adquirida con sudor histórico por un mendrugo de seguridad. Impera la doctrina de la seguridad personal. Yo soy mi patria y mi nación. Mi territorio es de un metro cuadrado.
Se aplauden las denuncias de la infracción. Se estimulan. El ojo inquisidor se está entrenando. El coronavirus de la indolencia haciendo estragos.
Proyectado a partir de improvisaciones espontáneas, sin ningún tipo de partitura ni composición previa y producido por Ulises Conti. Solo piano, cuenta con la particularidad de haber sido realizado por alguien que no es compositor ni pianista,
PD: luego de publicado dos imágenes llegaron hasta mi. Una, medio de coaching que ignoro la autoría y otra del ilustrador Daniel Paz en el diario Página 12 de hoy (29/3/2020). El coaching me es ajeno, pero vale la pena mirar este gráfico aunque sea de reojo
PD2: El mundo está raro. Los neoliberales se vuelven keynesianos exigiendo acciones estatales y los agnósticos positivistas reproducimos reflexiones de autoayuda. Loparió.
Paradoja Sudaca I
Vísperas de Navidad. Cambio de rumbo político, ataque del imperio a Latinoamérica. Sin embargo busco Sudakia por los bordes, en los detalles, en las historias nimias. ¿Todo me chupa un huevo?…¡Noooooo!. Sudakia es así.
Pepe es arquitecto e inmigrante ilegal en New York. Trabaja de lavacopas en el bar de Joe
El derecho en Sudakia.
Caminando hacia Sudakia pensaba. ¿Habrá leyes en Sudakia?…
Algunas son como inevitables. La de la gravedad, por ejemplo. Pero ¿Inevitables?…
Sin dilaciones llamé a mi abogado… en realidad el jefe del buffette que sigue mis pleitos.
-Hola, ¿Dr Sin Perjuicio?-…
-No, si vua sé el Doctor Citado Nosocomio-, me descerrajó a lo guaso cordobés.
-No se haga el vivo, cagatintas, le espeté.
No se lo esperaba. Silencio. ¿Cortó?…¡Cortó!…. -¡Andá a la puta que te parió!….-
No sé para que puteo si ya no puede escucharme…¿En qué andaba?… ¡Cierto!… La cuestión de las leyes en Sudakia.
La norma, la pauta, la ley, instala un límite externo al vínculo social. Los regula.
Algo se nos impone independientemente de nuestra voluntad. Sería lo que según Durkheim distingue a una sociedad compleja de una sociedad simple. Para Levy Strauss separa la naturaleza de la cultura. Según Hobbes es una herramienta del estado, junto con la fuerza lo que se impone para que el hombre, lobo del hombre, no libere su naturaleza lobuna y todo sea un caos.
Bueno. ¡Qué cagada!… A la mierda las leyes y el Dr. Sin Perjuicio. Vamos por los contratos libres y los pactos voluntarios. Complejicemos las sociedades complejas hasta volverlas simples. Otra de las características de las sociedades complejas, versus las sociedades simples, es la solidaridad orgánica. Pues volvamos a la solidaridad mecánica: pacto voluntario, es decir, volvamos al acuerdo entre partes.
La ley del gallinero (esa que está en artículo cuarto, que dice que el de arriba caga al de abajo) no sería necesario abolir, puesto que en Sudakia no habrá arriba y abajo.
Seguí caminando autocomplacido. Casi en Sudakia.
Levanto la vista y en un local de electrodomésticos están encendidos varios televisores. Muestran una manifestación, corridas, gases. Están desalojando manifestantes de movimientos sociales que reclaman por comida. Los siguen los señores del palito. ¿Qué palito?
El señor del palito y gorra me aclaró todas las dudas con ese pragmatismo amoroso que tiene el brazo de la ley.
Último de contramanuales o A la puta calle
Si seguía en la biblioteca me comerían los piojos. Además, mientras miraba descender una araña colgando de un hilo de tela, pensé que era una línea peligrosa. Terminaría reproduciendo Mi Lucha del Adolfo con el burdo argumento del contramanual.
Posiblemente Sudakia estuviera más cerca de un adoquín que en un manual de bibliotecas.
A la puta calle.
Contramanual de Sudakia ll
Sigo buscando Sudakia en las bibliotecas. Parece una tarea vana, infructuosa. Es al pedo.
El manual del niño neoliberal que encontré da pistas. Hay que seguir sus consejos exactamente al revés.
Aunque pesimista, no me voy de la biblioteca. Veo unas Fierros apiladas. Sudakia puede esperar. Me leo una al azar. Marzo de 2018. ¡Otro manual adentro!
Fierro reedita el Manual del Gorila, publicado por primera vez en 1964. Los autores son Carlos del Peral (guionista) y Kalondi (dibujos).
Este manual irrumpe en el contexto represivo de la participación militar en la política (Plan CONINTES durante el gobierno de Frondizi) y las vanguardias artísticas y culturales de las que participan Del Peral y Kalondi (Instituto Di Tella, etc).
El significante «Gorila» había hecho su aparición pocos años antes de esta publicación. Apareció por primera vez en sketch de Aldo Cammarota en el programa de radio La Revista Dislocada en 1955 en referencia a la Revolución Fusiladora (Leonardi y compañía).
A fines del 55 había una sola raza de gorilas variopinta: los antiperonistas. Pero es posible hacer una taxonomía más compleja. Este es un primer esbozo.
Puede descargar este manual en pdf pinchando aquí.
Los gorilas han seguido reproduciéndose. El significado se ha ampliado. Podría ser sinónimo de anti-popular, despegándose de sus orígenes y con la posibilidad de internacionalizarse. «Facho», «oligarca», «agrogarca», «garca» son otros términos emparentados.
Sudakia queda en la misma dirección pero en sentido contrario.
Mandarinas de Sudakia
La hermana de Victor Heredia, fue secuestrada y desaparecida por la dictadura militar argentina. Al momento de su secuestro Cristina Cornou tenía 28 años, estaba embarazada de 4 meses y trabajaba como maestra en la Escuela 19 de Moreno.
Victor compone esta canción recordando sus robos de mandarinas en la infancia.
Mandarinas
Recuerdo cuando niño robaba mandarinas
redondeces de oro que una dulce vecina
cuidaba de mis garras, mis garras asesinas
como quien cuida al tiempo que no arruine la vida.
Yo esquivaba en la siesta la leve ligustrina
sobornando a su perro con sobras de cocina
y entraba al terrenito de doña Catalina
que dormía su sueño tras pesadas cortinas.
Alzaba mi tesoro y escalaba la encina
despues con un silbido le avisaba a Cristina
y comíamos juntos y ella a veces reía
con risa transparente y fulgor de aguamarina.
Silbo de vez en cuando para ver que sucede
aunque hace tantos años que talaron la encina
y aunque no me lo crean a veces siento risas
y un perfume en el aire como de mandarinas.
Víctor Heredia
Pascin pinta Sudakia
Pascin es el seudónimo de Julius Mordecai Pincas (1885 -1930), pintor de origen búlgaro nacionalizado estadounidense que vivió en Francia.
Le pedí que me dibuje Sudakia. Que arranque con algo…No sé..¡Una ola!…
Como no soy bueno para el dibujo le encargué a Sfar que dibuje mi pedido de dibujo a Pascin.
Pacin dibuja minas en pelotas. También le va la explicación de la ola, porque sus modelos y él mismo permenecerán solo segundos inmóviles.
Pedirle a Pascin que dibuje Sudakia es complejo. Necesito definir las cosas, ponerles nombre. Pascin se enoja.
Me manda a la mierda. Se va al cabarulo Le Sphinx a escuchar a Frehel. Ella está hecha bosta, pero canta como una diosa.