Él buscó a Sudakia en la montaña, en el valle, bajo el mar.
Vadeó ríos, perforó rocas.
Se echó a rodar
investigó en lejanos países.
Oteó, pedaleó
Y nada….¡Lo parió!
(se recalentó)
Y el día…
-¿El día D?-
-No…
el menos pensado,-
pensó (je)
reflexionó.
¡Sudakia estaba adentro,
la muy…Alien (por no decir…)
Lo envidio.
No me pasó a mi
meditar…
¿introspectar?
¿Se dirá así?…
apuesto a que no.
Yo que no soy Zen,
y hasta que muera,
seguiré buscando afuera.
Mire compañero que también puede haber un efecto Moëbius: adentro-fuera / afuera-dentro…. quién le dice….
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Su respuesta ha venido a resolver largas noches de discusión. Muchas gracias Francisco.
Una imagen vale más que mil Capitanes del Espacio de dulce de leche… (bueno, casi)
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