-No hay traición, ni entrega, ni inflación, ni restauración conservadora. Es que ustedes tienen efecto ojo de pez y están viendo distorsionado el «sinceramiento de la realidad», «la madurez», «lo gobernabilidad». –
-¿Ojo de pez?-
-Mesmamente. Ustedes los kerneristas ven la realidad deformada por el setentismun extemporáneum en el cristalino-
-Tienen que sacarse las anteojeras que les impide ver el mundo real-
-A diferencia de lo que plantea Elizabeth Gill en la película Goldfish Memory (*) tenemos memoria de largo plazo. Estamos viendo, registrando –
¡Falta que nos organicemos carajo!
(*) Dice que los peces apenas recuerdan tres segundos; esa es toda su capacidad de memoria. Esa fugacidad de recuerdos es usada por Tom para vivir al día y culear con sus alumnas en un tuch and go, hasta que se enamora y es víctima de su propio argumento. Ups…le conté todo.
El largo plazo, tal cual. Si no somos como el personaje de «Maten a las ballenas»: «Qué me chupa que la tierra/ no se pueda habitar/ cuando reviente/ yo ya no voy a estar».
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Buenísimo…»comerme un churrasquito de osos panda»…ñam!
Mañana se viene otra entrada de peces. Pero se tratará de condrictios (cartilaginosos)Otra cosa. Si no vio Goldfish Memory se la recomiendo, Ud. que anda en cuestiones de género.
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